Regina Spektor tuvo la magia y la suerte al mismo tiempo, se
trasladó de su Rusia natal, dejando de lado el velo de la
Perestroika y se asentó en Nueva York grabando en forma
totalmente independiente su primeros dos discos. Una historia
de esfuerzo, perseverancia y talento que despues de 6 años
de aquel entonces tuvimos el placer de presenciar un show
sencillo, emotivo y hermoso, la candidez de Regina y la
versatilidad de su voz se dejó sentir anoche en el Movistar
Arena.
Encantadora, se apropió de escenario llenandolo aveces
acompañada de cello, violín y bateria, y aveces solamente con
su piano, o al teclado o tocando guitarra, incluso tocando el
piano con una mano mientras con la otra completaba en ritmo
golpeando una silla de madera con una baqueta,
Reviso ampliamente su último disco de estudio "Far" tocando
"Laughing At", "Eet", "One More Time With Feeling" o "Man Of
a Thousand Faces", pero también recorrio su "Begin to Hope"
con "Samson", "Après Moi", "Fidelity" o "Better", sin dejar de
lado temas del "Soviet Kitsch" con "Us" (una joya de la noche),
"Sailor Song" o "Poor Little Rich Boy".
Su sonrisa dejaba ver que lo estaba pasando bien, modesta
agradecia cada canción que le celebraban con flores
dibujadas en papeles blancos.
Formula justa y cautivante, que mas podemos pedir?
jueves, 14 de octubre de 2010
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